Familia Murillo Luque

jueves, 29 de diciembre de 2016

"La Fe de los Cuales Imitad"

"La Fe de los Cuales Imitad" (Hebreros 13:7). Esta frase textual extraida de la Biblia servia de titulo al articulo publicado en la revista "Campo Misionero" de Octubre de 1960, despidiendo a Antonio Murillo Arcos, quien en Septiembre habia partido a la presencia del Señor.El articulo escrito por S. G. Spooner contenia el texto que se reproduce abajo, testimonio de la vida de don Antonio.

"El 6 de Septiembre de 1876, en Alhama de Granada, España, nacio un niño a quien sus padres llamaron Antonio. Doce años mas tarde su padre fallecio el terremoto de Nochebuena del año 1884.

Siendo Catolico Romano de origen, sus primeros pasos fueron guiados por la madre en la iglesia de su profesion. Sus primeras actividades religiosas las practico como ayudante de misa. Aun muy pequeño, pues solo contaba con 8 años de edad ingresa al Seminario de Granada y canta su primera misa a la edad de 24 años.

Un nuevo episodio triste cruza en su vida, ya el 29 de Enero de 1913 fallece su madre y entonces decide viajar a America para librarse un tanto de la tristeza que lo embargaba, eligiendo entre otros paises, la Republica Argentina, donde en principio piensa permanecer solamente por espacio de uno o dos años.

Enterado que la ciudad de Cordoba es la mas catolica y que alli existen colegios superiores para la preparacion de sacerdotes, hacia alli encamina sus pasos, rinde sus pasos y es declarado sacerdote argentino, doctorandose en teologia y derecho canonico. Se radica como sacerdote en la localidad de Villa del Rosario, de la mencionada provincia.

En el año 1916 llegan a Villa del Rosario dos colportores ofreciendo de casa en casa sus Biblias y el sacerdote no es ajeno a la detencion de los mismos, con el resultado que sus biblias y folletos son quemados. Con todo, una de aquellas biblias se libra de la destruccion y el sacerdote la guarda en su biblioteca con la intencion de examinarla alguna vez. Un dia comienza a leer este libro "Prohibido" y comprende que lo que hasta entonces creia ser la verdad era un camino equivocado y decide abandonar para siempre la Iglesia Catolica.

Tiempo despues contrae enlace con Josefina Luque, dama de la sociedad cordobesa y regresa a España en busca de la dispensa de Roma que tramita desde aquel pais. A los dos años regresa nuevamente a la Argentina donde contesta por los diarios de Cordoba acusaciones publicadas contra el por el clero romano. Las notas son leidas por cristianos evangelicos y es asi como comienza a recibir cartas de estos, mas tarde recibe visitas de varios creyentes, entre ellos, los hermanos Peterking y Alfredo Risler (p). Con la Biblia en mano y las explicaciones dadas por estos hermanos y otros comprende las verdades del evangelio y se convierte de corazon al Señor en el transcurso del año 1919, abutizandose en el mismo año con su esposa.

Fue muy vigilado y perseguido por el clero romano y si hubieran podido prenderle para secuestralo lo hubieran hecho.

No conforme con sus actividades en la obra del Señor que comienza a desplegar con gran celo, decide dedicar todo su tiempo a ella y asi lo hace junto con su esposa en el año 1920.

Asi comenzo, podemos decir, la vida cristiana y y actividad de Don Antonio Murillo Arcos, a quien el Señor llamara a su reposo a la avanzada edad de 84 años, el 13 de Septiembre de 1960.      

El segundo capitulo de su vida lo desarrollo en una intensa actividad para Aquel que lo habia sacado de las tinieblas de Roma y le habia heco ver la luz verdadera.

La mayor parte de su vida la paso trabajando y congregandose en la Iglesia de San Vicente, luego en la Iglesia de Alta Cordoba y finalmente, en sus ultimos años, en Buenos Aires, en la congregacion de la calle Donado 1631.

Podriamos decir que casi no quedo rincon de su amada Provincia de Cordoba cuyas iglesias el no visitara, llevando la palabra de edificacion para los santos y el mensaje de Cristo para los pecadores. Pero muchos lugares mas del pais le conocieron y apreciaron.

Quiza el don mas preciado que tenia don Antonio Murillo era el de pastoreo de la grey. Si alguien faltaba a las reuniones, si tenia algun problema, si estaba enfermo, alli estaba prestamente Don Antonio animando y consolando. ¡Cuanto sentimos la falta de pastores en nuestros dias!  

Su caracter ameno y jovial hizo que los que vinieran en contacto con el le pareciaran de corazon. Por todas partes hay hijos espirituales de Don Antonio, ganados para el Señor por su instrumentalidad.

Tuve el gozo de llevar al señor a sus tres hijos: Maria Luisa, Silvia y Antonio y hoy con toda su familia se gozan en la esperanza de una pronta reunion en los cielos.

Para todos los que lloran su partida, la consolacion del Señor es con ellos. S. G. Spooner.

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