La Argentina, a principios de Siglo XX, era un pais que presentaba enormes asimetrias sociales que se reproducian en su extensa geografia. La llegada del cura español andaluz a una Buenos Aires que se transformaba velozmente de una pequeña a gran aldea, con edificios e infraestructuras inimaginable pocas decadas atras, abria una enorme perspectiva de descubrir un mundo nuevo e insospechado en su vida. La llegada a Villa del Rosario, el pueblo Cordobes, cargado de tradicion catolica, abria su mente e imaginacion al desafio de llevar la palabra divina a tantas familias pobres y vulnerables del campo que ante la deslumbrante de una Buenos Aires arrolladora, resistian trabajando humildemente en el campo, la tentacion de migrar a las grandes ciudades, tema dominante de la epoca.
Habia conocido al propio Rey de España y su fausto, asi como poderosos personajes de su epoca e Europa y ahora en la joven America cuyos horizontes se abrian a su paso. Pero aquella realidad social que experimentara solo fue el contexto, el telon de fondo del profundo drama espiritual que viviria: Dejar su fe Catolica Apostolica Cristiana para buscar los principios mas esenciales del cristinanismo, cuestion a la que dedicaria la mayor parte de su vida y cuyos descendientes hasta hoy, mas de medio siglo despues, continuan venerando.
Es por esta razon que se encaro un proyecto de investigacion que identifica objetos, testimonios y elementos que sirvan de evidencias de los sucesos narrados en la biografia de Antonio Murillo Arcos, "La Sombra del Seminario" escrita por su hijo, el Arquitecto Antonio Murillo Luque sobre manuscritos heredados de su padre y testimonios aportados por personas proximas. Este libro, publicado en 1977 ha sufrido desde entonces sucesivas indagaciones y verificaciones que han servido de antecedentes a la investigacion encarada en 2016, dedicada a coleccionar elementos que sirvan para ilustrar los distintos periodos de la vida de Antonio Murillo Arcos. Como fuera retratado las parafrasis escritas por su nieto Marcelo Alejandro Murillo, del capitulo XXII
Amanece en la ciudad;
y en tu espiritu amanece
esa luz que resplandece
con fulgor de eternidad.
Has hallado la verdad
te has encontrado con Cristo,
por fin tus ojos han visto
de la aurora su color
Fue Dios, quien te dio el valor,
y fue El quien te bendijo;
El entrego hasta su Hijo
y fue todo por amor.
Estas palabras, ayer, en el contexto que vivio Murillo Arcos, o presentes, con toda la tecnologia, los avances tecnicos y economicos que parecen dejar atras la vida sencilla de los campesinos en nuestras provincias, aqui en la Argentina y tambien alla en la lejana Andalucia en una España que tambien sufria transformaciones muy profundas, cambiaron, pero el mensaje que aquel padre llevaba consigo y que se manifesto en su momento como una fuente de bendiciones, sigue fluyendo y lo hara por la eternidad
Habia conocido al propio Rey de España y su fausto, asi como poderosos personajes de su epoca e Europa y ahora en la joven America cuyos horizontes se abrian a su paso. Pero aquella realidad social que experimentara solo fue el contexto, el telon de fondo del profundo drama espiritual que viviria: Dejar su fe Catolica Apostolica Cristiana para buscar los principios mas esenciales del cristinanismo, cuestion a la que dedicaria la mayor parte de su vida y cuyos descendientes hasta hoy, mas de medio siglo despues, continuan venerando.
Es por esta razon que se encaro un proyecto de investigacion que identifica objetos, testimonios y elementos que sirvan de evidencias de los sucesos narrados en la biografia de Antonio Murillo Arcos, "La Sombra del Seminario" escrita por su hijo, el Arquitecto Antonio Murillo Luque sobre manuscritos heredados de su padre y testimonios aportados por personas proximas. Este libro, publicado en 1977 ha sufrido desde entonces sucesivas indagaciones y verificaciones que han servido de antecedentes a la investigacion encarada en 2016, dedicada a coleccionar elementos que sirvan para ilustrar los distintos periodos de la vida de Antonio Murillo Arcos. Como fuera retratado las parafrasis escritas por su nieto Marcelo Alejandro Murillo, del capitulo XXII
Amanece en la ciudad;
y en tu espiritu amanece
esa luz que resplandece
con fulgor de eternidad.
Has hallado la verdad
te has encontrado con Cristo,
por fin tus ojos han visto
de la aurora su color
Fue Dios, quien te dio el valor,
y fue El quien te bendijo;
El entrego hasta su Hijo
y fue todo por amor.
Estas palabras, ayer, en el contexto que vivio Murillo Arcos, o presentes, con toda la tecnologia, los avances tecnicos y economicos que parecen dejar atras la vida sencilla de los campesinos en nuestras provincias, aqui en la Argentina y tambien alla en la lejana Andalucia en una España que tambien sufria transformaciones muy profundas, cambiaron, pero el mensaje que aquel padre llevaba consigo y que se manifesto en su momento como una fuente de bendiciones, sigue fluyendo y lo hara por la eternidad




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